domingo, 15 de julio de 2007

No pudo ser

Pues nada, que no ha podido ser. La lluvía, como siempre ha tenido que estropearlo todo.
Hace ya más de una hora que llegué de Santiago y aún no me he recuperado del shock. Tenía tantas esperanzas e ilusiones puestas en este concierto...
He llorado, pero no de emoción, si no de rabia e impotencia por no poder hacer nada para evitar el fin de una noche que se avecinaba más mágica, si cabe, que la San Juan. Esta vez las meigas nos abandonaron, o quizás fue que no dejábamos dormir a alguien. No es justo. Llevaba un año esperando!!!!!
Mañana ya no habrá resaca, ni fiesta, ni alegría desbordante. Estaré como el día, gris, triste, decepcionada, enfadada.
Me queda el buen sabor de boca de un concierto que empezaba a ser más brillante que las estrellas que hoy no quisieron aparecer.
Mañana será otro día.

No hay comentarios: